Antes de conocerte yo vivía muy bien y no, no es la frase de la canción de Juan Gabriel, es la realidad.
No es que me arrepienta de haberte conocido, por que nunca lo haré, me arrepiento de no haber hablado con la verdad desde el principio y aunque sé que la mayor parte de la culpa es mía, tú también formaste parte de esto.
Ya no me voy a disculpar, ya dije todo lo que tenia que decir; no espero nada de ti, ni tu perdón, comprensión y mucho menos tu amor.
Tengo muchas razones por las cuales seguir adelante, no estancarme contigo y aunque mi corazón quiere quedarse toda la vida a tu lado, debe aprender a vivir sin ti, por que nuestro tiempo ya pasó, por que las cosas cambiaron, yo cambié y la vida debe seguir su curso.
Lamento que tú no seas capaz de ver la realidad, más allá de las mentiras y el engaño.
Allá en aquel lugar, nadie te espera, nadie te conoce, nadie te ama y sin embargo sigues encaprichado con la idea de ser algo para ella.
Aquí, lo eres todo, siempre te he esperado, siempre te he amado, aquí eres realidad y sueños y sin embargo sigues anhelando algo que nunca ha sido tuyo.
No me equivoqué, deseaba con todo mi corazón que así fuera pero una vez más fallé...
Ya no quiero sentir más éste hueco en el estómago, quiero volver a sentir esas mariposas multicolor que pintaban mi mundo de colores...
Las decisiones que tomes de ahora en adelante corren bajo tu responsabilidad, no me culpes de tus acciones, sí de algo soy culpable es de ser una persona patéticamente romántica, cursi y aficionada del dolor que buscó el amor en el lugar equivocado pensando que alguien, aunque fuera por una vez en su vida, pudiera llegarla a amar...